viernes, 31 de julio de 2009

PROSA Y POESIA

PARA UN HOMBRE? PARA UNA MUJER? PARA TODOS?
PARA LOS HOMBRES.

Son muchas las veces que se cree alcanzar la luna, sin embargo al llegar casi a tocarla, nos damos cuenta de que esta es más grande de lo que se creía. La proyección del hombre, en muchas ocasiones, está condicionada por la subjetividad de la apreciación, y en la mayoría de los casos se cree capaz de abarcarlo todo y ser el Sol que de luz a todo el firmamento, sin embargo, el haber tomado “consciencia”, mas que conciencia, de todas las situaciones de la vida, puede darle la suficiente capacidad de discernimiento para ser sincero consigo mismo y pasar frente a cualquier intento de iluminar demasiado.

Puede ser este brillo, orgullo y egoísta presunción de autoafirmación, quizá si, pero de no estar desposeído de los sentimientos que se dicen, emanan del corazón, también es factible un desbordamiento de afectividad.

No siempre, el no ser consecuente y cerebral, ha de denotar un desconocimiento de la realidad; aun conociéndola, puede intentarse dar algo. Lo que si puede ocurrir es que entonces por la proximidad, se vea claro que en nuestro mundo las cosas no siempre han ocurrido, ni ocurrirán bajo un completo control nuestro.

Nuestra vida es un camino hacia la cumbre, camino que todos corremos, pero que tiene múltiples opciones y que normalmente una vez escogidas son irreversibles.

Es difícil prever o querer escoger ese camino de antemano, sí es cierto que podemos hacer mucho para señalarlo y prepararlo, y ahí si está el verdadero trabajo del hombre que de manera racional piensa en lo que quiere y que además se traza unas metas que conseguir. Bien es verdad, que en muchas ocasiones, cuando se han quemado etapas, pretendemos pararnos, quizá por haber corrido demasiado. Quizá aquí podría decirse que hay que seguir el curso de la vida, sin prisas, dentro de la propia y personal medida, pero eso si, sin parar nunca.

Son muchas las cosas, por llamarlo de alguna manera, que se nos ofrecen o vemos a través de este caminar, pero el saber dar un par de pasos atrás, para tener mejor perspectiva, a buen seguro ayudarán a formarnos mas y mejor como hombres.

Hay también muchas posibilidades de reaccionar, frente a los continuos hechos que concatenados, van haciendo nuestra historia. Es nuestro ánimo, y por encima de él, nuestra voluntad, los que nos hacen reaccionar de una manera o de otra y la realidad, es que, aunque no queramos reconocerlo, depende de nosotros mismos, el abatirnos o el ser optimistas frente a todo esto, que no es mas que la vida.

Esta última, no es ningún lugar oscuro por donde estamos obligados a pasar, es realmente bella si sabemos aprovechar al máximo, y positivamente, todas las circunstancias de la misma.

Decimos positivamente, porque la experiencia demuestra que aun cuando es difícil, pueden incluso afrontarse así, hasta aquellos hechos que en principio nos parezcan negativos.

Convivimos, y la convivencia nos puede ayudar, sin embargo para ello es precisa la actitud volitiva de estar abiertos a todas las vivencias que nos rodean. Ese Sol que antes aludíamos, llega a todos sitios y no es un rayo que vaya única y exclusivamente a un sitio; es pues necesario que nuestra unidad personal se pluralice, tomando conciencia de esa realidad, que son las circunstancias y hechos que nos rodean y realmente en menor o mayor medida, nos van esculpiendo.

Hemos, indiscutiblemente, de juzgar personalmente esos hechos o acciones, y esto es a veces arriesgado, por lo que pueda haber en ellos, de intención. Pero lo que si es cierto, que una vez juzgados, sea cual sea el resultado de este juicio, si no median unas circunstancias extremadamente fuera de la normalidad, hemos de saber utilizarlos, como algo que la propia vida nos da, puesto que en ella, el dar es quizá el punto que mas puede llenar nuestra persona.

Por último, y en relación a la elección del camino que nos lleve a nuestra cumbre, cabría indicar, que el hombre aunque dotado de libertad de albedrío, no deja de estar sujeto a una muchedumbre de condicionamientos e influencias que contribuyen poderosamente a decidirle. Es preciso saber escogerlas, aun cuando esto a veces sea arriesgado o peligroso. Un alma de temple fuerte y brioso, se exalta y cobre nuevo aliento a la vista de ese peligro; en el cumplimiento del deber se interesa entonces el orgullo, y un corazón que naturalmente, se complace en superar obstáculos y arrostrar riesgos, se siente mas osado y resuelto cuando se halla animado por el grito de la conciencia.

Todo esto puede servir para centrar nuestras actuaciones y conseguir que la luna, indicada al principio, brille mas, si recibe, mas fuertes, limpios, y sobre todo, diáfanos, los rayos del Sol.

Quizá no sea más que Filosofía pura.

Escrito con el título puesto al principio en una hoja cuadrícula grande.
Firmado Xenof. Sin fecha.

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